viernes, 16 de enero de 2015

ARTÍCULO RECOPILATORIO


ARTÍCULO

A lo largo de este cuatrimestre la asignatura de literatura infantil me ha sorprendido muy gratamente. Al principio tenía un poco de miedo al llegar a una universidad nueva, nuevas asignaturas, nuevos profes…

Esta asignatura ha conseguido que me encante aprender y que aumente mi interés por investigar, leer y saber cada vez más sobre qué cuentos son adecuados, cómo elegirlos…

Ahora iré detallando poco a poco lo que me ha ido aportando a lo largo de los diferentes bloques.

Bloque 1: Análisis y selección

En este apartado aprendimos a distinguir qué es y que no es literatura. En muchos casos al elegir cuentos caemos en el error de confundirlos por paraliteratura, por ello, en clase se nos explicó las características básicas que tiene que cumplir un cuento para denominarlo literario:

    - Su primer objetivo ha de ser artístico

   - Predominará la función poética y se manifestará en el carácter simbólico del lenguaje.

   - Debe pertenecer a uno de estos tres géneros literarios: narrativa, poesía o texto teatral

   - Ha de ser un texto de ficción.

Una vez sabido esto estamos preparados para coger un cuento que sea literario.

Por otro lado, en la actividad que se nos planteó tuvimos que analizar un cuento teniendo en cuenta estos factores:

    - ficha bibliográfica

    - formato: manejabilidad, atractivo, ilustraciones, topografía…

 - contenido: tema, estructura, personajes, protagonista, valores y contravalores, lenguaje…

Todo ello consiguió que aprendiese más sobre qué cuento es el correcto a la hora de regalárselo a un niño, que criterios debemos seguir y lo más importante, adecuarlo a la etapa psicoevolutiva.

En definitiva, con este bloque me he dado cuenta que no todo es literatura y que a la hora de recomendar un libro hay que tener en cuenta muchos factores.

Bloque 2: Textos folclóricos. Selección y adaptación

¿Sabías que los textos folclóricos se transmiten de boca a boca y no se sabe el autor?

He de decir que al principio no sabía la respuesta, pero ahora sí.

Por otro lado, tampoco sabía que al ser orales no estaban escritos en ningún sitio, hasta que en el siglo XVII Charles Perrault se dedicó a recopilarlos de manera escrita.

La actividad de este bloque nos proponía adaptar un cuento (“El hombre con la piel de oso) dependiendo de la edad de los receptores. Fue una experiencia que nunca había hecho, y que me hizo pensar en cómo contamos los cuentos a los niños y que dependiendo de la edad sacan unas cosas u otras del mensaje que reciben.

Para que una adaptación siga siendo adaptación tenemos que nombrar a Vladimir Propp, que nos da pautas para no modificar el texto y que ya no sea adaptación.

Bloque 3: Literatura española y cultura literaria.

Cuando en un futuro estemos en una clase de primaria pensando cómo dar la asignatura de lengua podremos echar la vista atrás y coger ideas de la actividad de este bloque.

Se proponía en grupos hacer una programación para una semana cultural sobre un texto o autor concretos y aplicarlo a los diferentes grupos de edad.

Nuestro trabajo era sobre los Cantares de Gesta, El cantar de Mío Cid. Fue una experiencia muy positiva también en la que aprendí a desarrollar un tema de forma lúdica e interesante para los alumnos.

Muchas veces, profesores caen en la tentación de utilizar solo el libro de texto cuando tocan temas un poco más áridos de explicar. Con esta actividad hemos sabido llevar un tema aparentemente aburrido y muy teórico a un plano más dinámico y divertido, viendo que se puede aprender jugando y utilizando otras maneras de enseñar.

Bloque 4: Lectura literaria y animación lectora.

¿Quién no recuerda las típicas preguntas aburridas de después de leer un libro?¿Qué aportaba?

Gracias a este apartado he aprendido a crear actividades para motivar, para hacer mientras se lee y para cuando se ha acabado el cuento.

Es importante que cuando recomendemos un cuento para leer todos en clase, que hagamos actividades motivadores, que tengan ganas de leer, de ver qué pasa, ya que como me pasaba a mí en el cole, leer me parecía aburridísimo y solo pensar en las actividades de tanto escribir de después me ponía mala.

Bloque 5: Creación literaria.

Sin dudarlo este ha sido mi bloque preferido. De la nada hemos aprendido a crear un cuento que luego se podrá utilizar en clase, y lo más importante, hemos aprendido técnicas para enseñar a los niños a que creen ellos mismos sus propias historias.

He disfrutado un montón haciendo mi cuento, pensando a qué edad podría dirigirlo, qué personajes utilizar, los diálogos, tipo de letra, en fin todo.


Sinceramente, gracias a esta actividad me he dado cuenta de que estoy haciendo lo que me gusta, me da igual estar por la noche pensando en qué historia hago, si les gustará, porque es algo que me llena y me motiva.

1 comentario:

  1. El artículo se te ha quedado un poquito corto, María. A ver si tienes tiempo de completarlo de aquí al 22... te has limitado a explicar lo que has aprendido, pero no lo has relacionado reflexivamente con tus conocimientos previos, con tus experiencias en las prácticas escolares (las que has hecho a lo largo de tus estudios de Magisterio) y con tu futuro profesional. Tampoco has incluido las webs que pueden servirte cuando seas maestra.
    Además del ejemplo de Victoria, puedes leer el blog de esta compañera de semipresencial (http://coquitopensante.blogspot.com.es/) para ilustrar lo que te comento.

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